La enfermedad del domingo, o la explicación del porqué

De entradada una fotografía de cine: los árboles que parecen unirse. La representación que yo hago del antes y el después, de lo inmutable, de la naturaleza que nos prevalece a los seres humanos. Una mujer que fue capaz de romper con su vida (en la película no se especifica porqué) recibe la visita, o más que visita intrusión, de la hija que abandonó y ésta le pide 10 días  a solas con ella en su casa de campo.
Lo que parece un reencuentro, una explicación a los años de desaparición, son todo lo contrario: ausencias, peleas, miradas en silencio… Nadie imagina la razón del porqué de aquello, de la hija, hasta el final de ella misma.

Más que nada es un grito desesperado. Un plantar cara a la realidad de la soledad, una petición de ayuda a la desesperada.
Es un film de nuestros miedos a estar solos, miedo al sufrimiento y la enfermedad, miedo a lo desconocido, miedo a sentir que aún  somos niños que no saben de qué va la vida. Un recordatorio de que, mientras que los otros viven,  otro se quedan atrás, preguntándose qué ha pasado y por qué están donde están.

Quizás haya echado de menos diálogos mas elaborados, no en tono reconciliador, sino de porqués, de reproches, de encuentros cara cara entre madre hija.

Son de esas películas que te dejan con ganas de  2 minutos mas de escena. Y una escena mágica: la de las diapositivas.

Una película de necesidades: necesidad de buscar explicaciones, necesidad de cerrar etapas,necesidad de acompañamiento, necesidad de ser recordado.

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